Estudio de impacto ambiental y criterios técnicos (II)
Diferenciación, cuantificación y valoración de impactos
El Estudio de impacto ambiental debe incluir la identificación, valoración y cuantificación de los efectos significativos previsibles de las actividades proyectadas sobre los aspectos ambientales indicados en el inventario ambiental para cada alternativa examinada. Se debe incluir las modelizaciones que resulten necesarias a fin de completar el inventario ambiental, identificando y valorando los impactos del proyecto. La identificación de los impactos ambientales debe ser consecuencia del estudio de las interacciones derivadas del proyecto y de las características de los aspectos ambientales afectados en cada caso concreto, incluido el paisaje.
Diferenciaciones
Se debe incluir las siguientes diferenciaciones entre los tipos de efectos:
- efectos positivos - efectos negativos
- efectos temporales - efectos permanentes
- efectos simples - efectos acumulativos y sinérgicos
- efectos directos - efectos indirectos
- efectos reversibles - efectos irreversibles
- efectos recuperables - efectos irrecuperables
- efectos periódicos - efectos de aparición irregular
- efectos continuos - efectos discontinuos.
Valoración de impactos
La valoración debe clasificar los impactos ambientales que se prevean como consecuencia de la ejecución del proyecto según los siguientes tipos:
- impactos compatibles
- impactos moderados
- impactos severos
- impactos críticos.
Cuantificación de efectos
La cuantificación de los efectos significativos del plan, programa o proyecto sobre el medio ambiente consiste en la identificación y descripción de las variaciones previstas en los hábitats y en las especies afectadas por el desarrollo del plan o programa, o bien por la ejecución del proyecto. En particular, se requiere la medición de variaciones previsibles en:
- superficie del hábitat alterado o tamaño de la población afectada a través de las cadenas tróficas, o de los vectores ambientales (flujos de agua, residuos, energía, vectores atmosféricos, suelo, ribera del mar y ribera de las rías)
- la intensidad del impacto con indicadores cuantitativos y cualitativos
- la duración y la frecuencia de los efectos que el impacto ocasionará sobre el hábitat y las especies, así como la posibilidad de revertirlos
- cuantificación del número de individuos, de su densidad o de la extensión de su ámbito
- la diversidad ecológica, en términos de número de especies o de su abundancia relativa
- la rareza y grado de amenaza asociados a la especie o al hábitat, en el plano local, regional y superior
- cambios previsibles en el hábitat y en las especies afectadas, en lo que se refiere al estado de conservación, la integridad física, el estado ecológico cuantitativo, la estructura y la función.
La medición de la superficie del hábitat requiere la utilización de unidades biofísicas, al igual que la medición del tamaño de la población afectada. Si no se encuentra un indicador adecuado para medir la intensidad del impacto, se podrá diseñar una escala que represente el porcentaje en que varía la calidad de los hábitats y especies afectados. La valoración de los efectos se debe realizar, siempre que se pueda, a partir de la cuantificación, empleando metodologías contempladas en normas o en estudios técnicos de aplicación. La Administración debe poner a disposición de los promotores la documentación necesaria para identificar, cuantificar y valorar los impactos. Es necesario jerarquizar los impactos ambientales identificados y valorados a fin de conocer su importancia relativa.
Arquitecto Daniel Trujillano
Redacción de Estudios de Impacto Ambiental
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